sábado, 10 de mayo de 2008

Años, experiencias...

Hoy hablando con mi primo me di cuenta de como pasa el tiempo. De todo lo que ha ido sucediendo en mi vida, que ahora no son más que recuerdos, de como hemos crecido nosotros y todo a nuestro alrededor.

Ayer fui a ver a mi madrina, como todas las semanas y jugué con mi primita de tres años, la vida da tantas vueltas, cuando la hermana mayor de esa niña tenía su edad siempre quería jugar conmigo, ella y mi hermana querían jugar todo el tiempo conmigo. Pero yo no quería porque ya era grande para estar jugando a la casita, la escondida o las muñecas... ya no estaba en edad para eso, tenía diez años... Ahora que ellas tienen 10 y 12 años respectivamente, nunca quieren jugar con la Paulita, ya están grandes, no juegan. Hoy es el cumpleaños de mi prima y organizó una fiesta, con amigos, espuma, DJ y luces.

Sin embargo, yo si quiero jugar con la Paulita, correr por la casa, jugar a las muñecas, ir a los columpios oxidados del patio, donde también yo pasé mi infancia. Ayer jugamos a tomar el té e hicimos tallarines de plasticina, me dio remedio rico porque yo era la hija y ella la mamá, nos sentamos juntas en el suelo a mirar al Franki [su hamster] y nos escondimos de un monstruo imaginario en la casita de muñecas, vimos en la tele unos monitos típicos del discovery chanel y conversamos con la lechuza protagonista que estaba al otro lado del televisor.

Debo decir que pasar ese tiempo con ella siempre me hace sentir bien, aliviana un poco el peso de la semana y el stress acumulado por lo que pasó y lo que pasará. Me ayuda a olvidar mis penas y tormentos, es como mi propia terapia. Cada vez que lo hago recuerdo cuando las pre-adolecentes de mi vida me pedían jugar y yo les decían que no, porque yo había crecido, yo ya era un niña grande. Porque YO crecí ellas reemplazaron rápidamente las muñecas por la música de moda y la ropa de lola, siento que las hice crecer a mi ritmo y ahora siento que no vivieron la infancia que se merecían, por diversas razones, pero de igual forma me siento en parte culpable de no haberlas ayudado a vivir esa hermosa etapa de la vida un poco más. Porque se que se extraña cuando ya no está.

Personalmente es un estilo de vida que me esfuerzo por mantener porque desde donde se mire todo siempre está bien, de todo siempre hay una salida. Nada es lo suficientemente grave como para perder el sueño. Y siempre hay tiempo para vivir.

Todas las experiencias vividas a lo largo de mis 17 años se resumen en que no importa la edad que tengas, hay que vivir con el espíritu de los 3 años, pendiente de todo desde el cantar de los pájaros, hasta el examen de mañana. Nunca hay que dejar pasar nada, porque sea como sea, no volverá y i no lo notas hoy, no lo notaras nunca o cuando lo hagas será demaciado tarde.

Ayer cuando salí a jugar al patio con mi primita, me miró con una sonrisa y puso uno de sus pequeños dedos en su boca indicándome silencio y me dijo- "escucha... ese es el canto de un pajarito"- yo puse atención y lo note, me di cuenta que día a día vivo llena de cosas corriendo de un lugar a otro para cumplir con todo. Me siento orgullosa de a pesar del poco tiempo que tengo, soy capaz de cumplir con todo y aún me queda tiempo para dormir en las noches aunque no siempre sean las 8 horas necesarias, sin embargo, esa pequeña niña de 3 años que en las noches se abrasa asustada a mi cuello si le apagan la luz me enseño que la vida no va solo en tener que hacer mil cosas y cumplir con todo, sino que también en disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, no pasarlas por alto, porque después, cuando sea tiempo de recuerdos, no recordaremos si cumplimos con todo o no, sino que en medio de la estresante vida diaria fuimos capaces de detenernos a escuchar el canto de un pajarito...

1 comentario:

valita dijo...

Te das cuenta de xq quiero estudiar algo que me mantenga siempre cerca de los niños?... te das cuenta de lo sabios que son al ser tan pequeñitos?
te adoro
bexos