viernes, 14 de mayo de 2010

Just don't . . .

domingo, 9 de mayo de 2010

Once upon a time

La clase ya se habia vuelto aplastadoramente aburrida y ella había perdido el hilo de los apuntes hacía ya varios minutos, por lo que jugaba con su lápiz con la mirada pedida por la sala de clases, mientras la voz del profesor se alejaba lentamente de ella.
Una pobre ráfaga de viento entro por la ventana, moviendo la cortina y atrapando toda su atención. La voz del profesor junto a la sala de clases desaparecion completamente y ella se vió transportada a un par de años antes, cuando, en la escuela aún, se sentaba a mirar por la ventana a la espera de sus amigas, le gustaba sentarse a ver los autos pasar en la mañana, cuando todos, apurados y adormesidos intentaban llegar a sus obligaciones diarias, mientras ella silenciosa y anónima los observaba desde una ventana del segundo piso de un imponente colegio ubicado en una muy concurrida calle.
Solía analizar sus problemas -que años más tarde parecían tan insignificantes , pero que en aquella época le quitaban el aire de los pulmones- y tragarse las lágrimas que no valía la pena derramar. Pronto llegaban ellas, sus amigas. Eran tan buenas amigas, tan cercanas, casi como hermanas, les gustaba pensar que crecerían y envejecerían juntas, harían sus vidas, sacarían sus carreras -tan lejanas aún- se casarían y tendrian hijos, saldrian y vivirian juntas. Tenían toda una vida planeada, una vida para todas, una vida para las cuatro.
No pudo evitar sentir un nudo en la garganta al darse cuenta cuanto habían cambiado las cosas en tan solo dos años, sin contar que las preocupaciones habían cambiado tanto, todos aquellos momentos juntas se habían desvanecido en cuestion de meses, días, horas, minutos, quizas incluso... segundos.
Ya nada era como planearon, ya no eran cuatro, eran tan solo dos -y lo eran solo gracias a aquella cuerda incorporea que las ataba y a aquella extraña necesidad de la otra para poder sobrevivir-. De una u otra forma, sabía que eso sucedería, pero nunca penso que fuera tan pronto, esperaba que pasaran unos cuanto años antes que su tradición anual muriera. Su tradición anual... se juntarían una vez al año, solo un día al año, siempre el mismo, se tomarian un cafe juntas, se contarian sus vidas e intentarian que todo fuera como había sido alguna vez.
Pero no fue así, solo habían pasado dos años y ellas ya se habían negado a asistir a su reunion anual...

El ruido ascendente poco a poco devolvio a sus ojos, una calle no tan transcurrida a traves de una ventana que en nada se parecía a la anterior, miro a su alrededor... sus compañeros se retiraban rápidamente a la proxima clase y el profesor había desaparecido.
Se levanto silenciosa, trago sus lágrimas y delicadamente deshiso el nudo de su garganta. Tomó sus libros se retiró junto a sus compañeros, dejando en aquella ventana, tan hermosos recuerdos, esperando quizas, que alguien los fuera a rescatar.