domingo, 7 de noviembre de 2010

Try it again

Ella había sido siempre lo que, se suponía, debía ser; se había pasado cada día de su vida siendo lo que querían que fuera, lo que esperaban que fuera. Siendo siempre politica y moralmente correcta, aún cuando no lo era.
Desde pequeña había notado que "el resto" no veía las cosas como ella lo hacía, que nunca pensaban como ella, sin embargo, sabía muy bien que era lo correcto -y hay que decrilo- tenía sus dotes de actríz muy bien desarrollados, con lo que podía sonreir y actuar correctamente, como si hubiese sido criada por la realeza.

A pesar de todo, tenía una habilidad sobrehumana para equivocarse, o mejor dicho, hacer lo incorrecto. Y era, quizaás, por eso que a sus casi veinte años se arrepentía de no haber hecho lo que quería, después de todo, hacer lo correcto no la había vuelto intachable, todo lo contrario, la había vuelto el centro de toda critica posible.
En conclusión, ser la niñita perfecta no sol oera aburrido, en todo lo que "aburrido" significa, si no que también, practicamente imposible. Una total pérdida de tiempo...