No se que decir, solo que... me habría gustado que me eligieras a mi.

Estúpida ilusa

Soy una estúpida ilusa, sentada esperando ese café que solo quedó en palabras, esas conversaciones inconclusas que nunca dejarán de estarlo, ese llamado telefónico o ese golpear a mi puerta. Porque si, me siento a esperar a que vengas por mi aún cuando se que nunca lo harás, porque me sonríes y me ilusionas y se me olvida que solo soy... una más


Es que... si, estoy en un estado depresivo y derrotista, en el que la prueba de mañana es mayor a mi, en el que esto de no ser querida como espero, hoy, duele más y los mini-trocitos de mi corazón muy roto y pisoteado cubren todo el piso; las putas ilusiones son más molestas que ayer y las ausencias me calan los huesos... Te odio, tan solo un poco (ah y si... en realidad si quería una respuesta a mi pregunta tan evadida por ti).

No quiero

Es cierto... no quiero, no quiero renunciar
Pero tu me haces sentir, que no me queda otra opción...

Es en estos días, en los que el dolor de cabeza no me abandona y el sueño y el frío me adormecen, cuando agradezco haber aclarado los malos entendidos y tenerte de vuelta en mi vida.
Cuando nos encontramos por los pasillo, nos sonreímos, puedo acurrucarme entre tus brazos, colgarme de tu cuello y dejar que me llenes de besos, me regales un "te quiero" y sobretodo mil ánimos, un regaloneo cortito, un par de risas; volvernos a sonreír, un ultimo beso y seguir, cada uno por su lado, con nuestras propias vidas a cuestas, pero mucho mucho más sostenidos.
Sí, yo te amo! como solo se pueden amar los amigos... por favor, por favor! no te vayas más!

Renuncio

Y hoy, con estos rastrojos de sentimientos que me quedan, con esta certeza de que en el fondo jamás olvidare lo que me hacías sentir, con esa incapacidad de sostenerte la mirada y la sonrisa que me brota de la nada con tu cercanía.... quiero renunciar.
Quiero decir que renuncio a la esperanza de ti, quiero decir, que renuncio a la ilusión de que vengas por mi, que renuncio a todo lo que tengo guardado para ti, sin lágrimas y sin dolor, te muestro mi bandera blanca... renuncio a ti porque quizás en el fondo lo nuestro nunca pudo ser más.
Renuncio al sentimiento, a ti y a todo lo demás, te doy las gracias por seguir aquí y te doy la bienvenida... como un amigo mas.

Tan cerca y tan imposible...










Cerrar los ojos y soñar que aún me queda una oportunidad...

Y al final del día. solo me importa lo que tú me digas.
Y solo me queda esa incertidumbre estúpida de si habrás terminado hoy con ella, para que, no importa la hora, vengas corriendo a buscarme, para decirme que a la que quieres es a mi.
Al final del día, solo me queda esa incertidumbre estúpida, aún cuando te veo con ella, día tras día y yo... día tras día me convenzo de que ya no te quiero más.