domingo, 2 de marzo de 2014

Orgullosa

Recuerdo que me hacías sentir siempre la más bonita (la más) y subías mi ego a las nubes mientras dabas de comer a mi amor propio haciéndolo tan ligado a ti, quizás hasta co-dependiente.
Recuerdo como cuando te fuiste creí que eras lo único en mi vida y que me habías abandonado a mi suerte en completa soledad... y como sentí que vivir sin ti sería como intentar vivir sin oxígeno en el mundo.

Entonces lloré y quise morir, morir por favor...

Y hoy me río de eso, y me siento tan orgullosa de mi porque nada de eso resultó ser cierto (no me arrepiento de haberlo creído,  ya no me arrepiento más de nada).
Despierto cada mañana y me siento orgullosa,  orgullosa de sentirme tan viva, orgullosa de cada cosa, de cada pequeño movimiento que hago.
Orgullosa porque ya no te necesito más para sentirme bien. Salgo a la calle y camino ligera, me siento fantástica,  capaz de alcanzar las nubes.
Estupenda, capáz de atraer todas las miradas, entonces camino con una inmensa sonrisa. Me siento completa, no hay vacíos.
Resulta que al final vivir sin ti no fue terrible, sino mucho más fácil y reconfortante que vivir contigo.
Soy suficiente para generar este tremendo sentimiento que me llena el corazón,  que es sólo mío,  que no depende de nadie más que yo misma.
El mundo está en MIS manos y puedo hacer maravillas con él.

Tengo gente maravillosa a mi alrededor que fueron como sombras cuando ocupaste cada rincón pero que resultaron ser luces y faros desde el día que te fuiste. No los necesito para vivir pero definitivamente el mundo es un mejor lugar con ellos en él,  sobretodo porque tengo la certeza de que siempre estarán.

Sonrío porque estoy completa, no me falta nada e incluso lo mas incierto tiene esa emoción por la nueva gran aventura. 
Al fin tomé las riendas de mi vida y aunque voy por extraños caminos, voy bien, voy feliz porque puedo sola, no necesito nada... y para las dudas tengo pequeños faroles mostrando retazos de camino, dandome aliento cuando alguna duda decide atacar.



[Por otro lado te recuerdo a ti... en como esté cúmulo de circuntancias te llevaron tan lejos y a ratos extraño la confianza de hablarte, de poder llamarte sólo por saber que aún estás tan cerca que puedo tocarte. Extraño la facilidad de las palabras y las lágrimas cuando se apuran por salir. Ese abrazo repentino que da el ánimo que falta para caminar el resto del día.
En secreto espero encontrarte un día, en la calle quizás y ver a través de tus ojos, que aún estás, que aún dispongo de un rincón, un minuto para escuchar, para llorar, para sonreír, sólo para hablar. En secreto espero encontrarte un día y aún quede para mi un abrazo reconfortante.
Porque aunque tenga grandes personas en mi vida, cada alma es distinta y aunque nadie es indispensable, nadie es simplemente reemplazable]