viernes, 30 de mayo de 2014

"Mejores amigas"

Un día me llamaste tu mejor amiga... hoy me pregunto si alguna vez fue en serio
Recuerdo aquel día en tu casa en el que abriste tu caja de recuerdos para mi, y hablamos horas (obvio, no estudiamos) pero me mostraste ese lado tuyo que me permitió abrirte una ventana a mi corazón. El tiempo pasó y la ventana se convirtió en puerta y la puerta en un enorme espacio, dandote libre paso a mi vida.
Te quería un millón y te acompañe en cada momento que me permitiste, en los momentos más difíciles de tu vida. Me enseñaste a abrazar, a sonreirle a desconocidos y a confiar.
Siempre quise lo mejor para ti, porque eras mi amiga y eso es lo que los amigos hacen.

Aquel día -el de la caja- te dije que las personas eran efímeras, que llegaban a nuestra vida con un fin y después de eso se iban. "No" dijiste, "yo no, yo me voy a quedar,  yo no me iré nunca", debo reconocer que no te creí, pero me gustó escucharlo.
Hoy lo vuelvo a pensar... tu tiempo se acabó, y aunque me dicen que no me rinda, que no debo perderte no quiero ni mirarte a la cara. De un tiempo a esta parte tus palabras fueron calando cada vez más profundo, reclamas lo mala y egoista que soy y me arrepiento cada segundo de las palabras que callé para no herirte,  para no darte un peso innecesario. Tus últimas palabras causaron un daño que ya perdoné pero que me dan la fuerza para no volver a buscarte.
De verdad pienso que crees mucho en lo que dijiste, por eso no volveré, ni me esforzare por ti.

Éxito en tu vida. Besos a tu hijo, al que quise como a casi nadie y feliz habría sido su madrina (así tanto lo quería) y a tu mamá, que llegué a ver como si fuera mi familia.

No hay comentarios: