jueves, 20 de noviembre de 2014

Levantando escudos

A sabiendas que no es la mejor opción.
Siendo noviembre y con el peso del año a cuestas.
Con ese cansancio que hasta el pelo pesa.

Decido -muy conciente del error- levantar los escudos y reconstruir las paredes. Y es que ya no quedan fuerzas suficientes como para aguantar indemne más fracasos, ya no quedan fuerzas para aguantar para más ausencias, ya no quedan fuerzas para mas desilusiones.
Y es que ya no puedo siquiera pararme frente a ti con la pena atorada en la garganta y rogarte por ese abrazo que quizás me salve; ya no puedo siquiera pararme frente a ti y llorar hasta que todo acabe.
Porque ya no se como hacer para desdibujar esta sonrisa poco real de mi cara.
Ya no se como vivir de nuevo.

-temo morir envidiando las relaciones personales del resto y llegar hasta el fin del mundo sin un abrazo, sin esa calidez de otro ser humano-

domingo, 16 de noviembre de 2014

Y si ya perdí todo,
Que sentido tiene seguir pensando en las consecuencias?

sábado, 15 de noviembre de 2014

Melancolía de viernes por la noche en pijamas

lunes, 10 de noviembre de 2014

Confieso

Y mientras me aferro a ésta libertad embriagadora que -creo- no quiero soltar, confesare en un susurro inaudible que en mis noches más oscuras mi cuerpo pide a gritos otro que lo venga a abrazar.

Aunque de día vaya por la vida, sonriente, viva y suficiente, confiando que puedo alcanzar el cielo y que mis sueños siguen en mis manos.
Evitando cualquier atadura que pueda alejarme del éxito, evitando cualquier atadura que pueda hacerme olvidar la meta.

En mis noches más frías e incluso en las más cálidas, el vacío en mi cama parece congelar el aire. Y aunque no lo quiera, esta estúpida humanidad que me llena, necesita ese contacto... Ese que tanto me esfuerzo por evitar.

lunes, 27 de octubre de 2014

Memorandum

Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía

Cinco aprender la nueva geografia
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía

Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte

Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.

Benedetti.-

viernes, 24 de octubre de 2014

He descubierto que tengo un serio problema con el sentido de pertenencia.

Quizás algún día logre pertenecer a algún lugar.

martes, 7 de octubre de 2014

A veces veo esos amigos y que se conocieron hace tanto y ahora son inseparables, de esos que su día no está completo si no hablan o no se ven, de esos que compran juntos, carretean juntos, lloran juntos, viajan juntos y se cuentan todo, absolutamente todo lo que pasó en su día sin saltarse detalles.

A veces veo esos amigos y pienso que jamás tendré uno/a así, alguien que vaya a todas conmigo, que no pase un día sin vernos, que el alcohol no sea igual si no estamos juntos y que acumulemos historias por montón.
Que está mal conmigo? Porque los años pasan y no puedo tenerlo. Porque no puedo confiar lo suficiente?

Veo amigos con beneficios y no siento envidia del sexo sin compromiso (haaaarta falta hace) si no que envidio esa conexión, ese ser partners, ese contarse y todo y confiar ciegamente.

No necesito un hombre en este momento en la vida, necesito un/a incondicional con quien pueda hacer lo que se me ocurra:
- Salir a bailar toda la noche.
- Emborracharse un día que amanecio nublado sobre mi cabeza.
- Una escapada a la playa sin auto y sin plata... Solo la arena cómo destino.
- Buscar el cerro más alto y no descansar hasta llegar a la cima... Aunque mañana no podamos levantarnos.
- Agarrar un poco de ropa y una carpa y ver las estrellas, muy alejadas del mundo.
- Ir en bicicleta hasta donde nos de el tiempo.
- Alguien con quien almorzar un día cualquiera.

Alguien a quien decirle: te tinca si... ? Y solo sepa responder: SI!